Este santuario se puede situar a finales del siglo XVI o principios del XVII. Dependía y depende de la parroquia de De San Pedro de Bedoya, por lo tanto perteneció al Obispado de Palencia en su día. En el presbiterio, se conserva un retablo romanista de un solo cuerpo (1620-30), a los lados de este las pinturas murales en naranja imitando cortinajes.