MURALES OCULTOS: PROYECTO DE CONSERVACIÓN, RESTAURACIÓN Y DIVULGACIÓN DE LAS PINTURAS MURALES DE LA COMARCA DE LIÉBANA

CAPILLA DEL CEMENTERIO DE OJEDO

Antigua iglesia de San Sebastián

Localidad:

Ojedo

Municipio:

Cillorigo de Liébana, (Cantabria)

Categoría:

Capilla de libre acceso

Año Pinturas murales:

Segunda mitad del siglo XV

Situada en la parte alta del pueblo, son los restos de lo que fuera la parroquia del concejo de San Sebastián, destruida por un incendio en 1936. En la actualidad la cabecera hace las veces de capilla abierta a la intemperie mediante arco triunfal apuntado, sobre capiteles geométricos. En el lateral hay una puerta románica, con arco de medio punto y decorada con puntas de diamante que da acceso a otra estancia.

La capilla mayor es gótica y en su muro frontal, encontramos pintados dos dragones alados enfrentados, en torno a la ventana gótica. Están dibujados con gran precisión en el trazo, predomina el dibujo sobre el modelado, aunque se observa la insinuación de relieve. Los monstruos malignos como los dragones no suelen estar en un lugar tan preferente, aunque durante muchos años estos estuvieron tapados por el retablo que tenía delante y fechado entre 1540-1550.

Por lo tanto, posiblemente la evolución de esta iglesia lo hiciera desde un monasterio y este espacio perteneciese a la sala capitular. En algunos monasterios de estilo románico o gótico se accede a esta sala por una entrada que constituye una verdadera fachada en pequeño, con puerta de arquivoltas y mucha decoración. Se trata de estancias muy amplias para dar cabida a todos los monjes, en ella se reunían los monjes que se sentaban a lo largo de los muros siguiendo un riguroso orden de antigüedad, junto con el abad para hacer el capítulo*. Al ser una estancia para expiar las culpas, tiene sentido que el mal fuera el protagonista y se convirtiera en un recordatorio de los peligros constantes a los que estaban expuestos.

Esta estancia también tiene una bóveda de crucería simple sobre ménsulas que representan cabezas humanas. En el año 2022 se ha procedido a descubrir las  pinturas murales ocultas tras una gruesa capa de pintura blanca y proceder a su restauración. Enmarcado dentro del programa «Murales Ocultos de Liébana», financiado por un convenio entre la Fundación Camino Lebaniego y la Fundación Santa María de Toraya. Al igual que la escultura románica, la pintura mural se integra con la arquitectura y sigue las reglas del «marco arquitectónico y esquema geométrico». Es decir, no se rige por imitación de la naturaleza sino por una conceptualización racional. Los colores empleados son intensos y brillantes (rojo, amarillo, naranja y azul) y se disponen en franjas contiguas de colores muy contrastadas entre sí. El color negro servía para perfilar.

*Hacer el capítulo consistía en leer o recordar las normas de convivencia de la orden, como la Regla de San Benito, y finalizaba con un acto de confesión pública de los monjes que deseaban acusarse a sí mismos de sus faltas.

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